Origen
del Nombre de Punta del Este
Punta
del Este
Las cámaras de Puerto TV cruzaron el Plata una vez más y se instalaron por
unos días en la fantástica ciudad turística de Punta del Este en la cordial
República Oriental del Uruguay.
El origen de su nombre es geográfico, ya que es la punta hacia el punto
cardinal Este, de la bahía de Maldonado.
Sin embargo, en 1516 Juan Díaz de Solís la bautizó con el nombre de Cabo de
Santa María.
En la cartografía en uso hasta el siglo XVII se denominó de esta forma y en
el siglo XVIII se comienza a denominar Punta del Este, habiéndose olvidado
el de Santa María.
Desde fines del siglo XVIII existía una batería, la de San Fernando en la
punta sudoeste de la península, frente a la Boca Chica. Fue construida entre
1765 y 1766 y reformada en 1780, fue la primera construcción levantada por
el hombre en la península.
En los primeros años del siglo XIX sólo había unos pocos ranchos donde
vivían marineros y empleados del concesionario de la explotación de la Isla
de Lobos, que esta a pocas millas de la península, dedicados a la faena de
los lobos y el traslado de los cueros y el aceite desde la isla hasta el
puerto y desde allí a Maldonado en carretas.
En 1827 los brasileños ocupan la península y construyen allí un reducto de
artillería, que con la posesión de la Isla Gorriti, que es la que está en la
bahía, les permitieron la utilización del Puerto de Maldonado.
En el Uruguay independiente - en 1929 - se propone la creación de un pueblo
en la península, denominándolo Ituzaingó, en recuerdo de la mayor batalla en
número de contendientes que se librara en la historia del Uruguay, entre las
fuerzas imperiales brasileñas y las republicanas de las Provincias Unidas
del Río de la Plata.
En plena Guerra Grande, en 1843, el Gobierno de la Defensa, vende la
península por 45.000 pesos. La venta incluía la Isla Gorriti.
A mediados de la década del 1890 se procedió a la venta de los solares del
pueblo de Ituzaingó, en la Punta del Este.
Se comenzó a poblar y se construyeron los primeros chalets.
Es de hacer notar que en 1857 comenzó la construcción del faro, que fue
inaugurado en 1860 y que entre 1885 y 1887 se construye la Aduana y el
muelle, pero el pueblo permanecía aislado al no existir camino carretero
entre Maldonado y la Punta del Este, que recién se construiría en 1911,
previamente la comunicación se hacía por una senda entre los médanos de
arena, en carro o en carreta.
Punta del Este es bañada por su lado Este por el Océano Atlántico y hacia el
Oeste el impresionante Roí de la Plata...
Descubierto por Juan Díaz de Solís en 1516, este río "grande como mar" se
ubica en la costa este de América del Sur y es la salida al mar de la Cuenca
del Plata que incluye a 5 países: Argentina, Bolivia, Brasil, Paraguay y
Uruguay, cuyo ancho varía desde los 2 Km. en su nacimiento hasta los 220 Km.
en la línea imaginaria que marca su desembocadura...
El Río de la Plata, de intenso trafico y difícil navegación, ha sido
escenario de numerosos y trágicos naufragios y también de una batalla
trascendente de la Segunda Guerra Mundial
Establecerse aquí para ir apreciando la costa uruguaya, tan ondeante, tan
sinuosa, hasta donde llegan las olas para deshacerse en las arenas o golpear
fuertemente en las rocas para transformarse en espuma, es algo que
recomendamos a todos los televidentes.
Es aquí en el oriente del territorio uruguayo donde surge sobre el horizonte
el sol de cada día y comienza el variadísimo litoral marítimo. Los
accidentes naturales de esa costa dibujan caprichosas figuras y se suceden
las ensenadas, dunas, remansos, roquedales, largas cintas de playa que dan
lugar a balnearios de fama internacional, en su largo discurrir hacia la
capital, Montevideo. Entre esas joyas destaca un diamante turístico: Punta
del Este.
Nació, como dijimos, dentro de una pequeña y estrecha península, que se
proyectaba al océano de donde viene, a raudales, la extraordinaria
luminosidad que la envuelve. Pequeñas casitas veraniegas primero, luego
hotelitos familiares y, a partir de la década de 1950, una formidable
expansión que la transformó en el lugar de descanso de alto nivel de que hoy
disfrutamos.
Es dueña de una profusa y señorial arquitectura, que armoniza con el estilo
alegre y señorial del balneario.
Las mansiones construidas se rodean de amplios y ondulados parques de bien
cuidado césped y en casi todas las zonas dominan los pinares y otras
confieras, altas, esbeltas, al amparo de cuya sombra se protegen hermosos
chalets.
Nadie se sentirá extraño en Punta del Este, a pesar de sus altas,
sofisticadas e imponentes edificios de propiedad horizontal que señalan el
camino costanero a la entrada del balneario, o de las casas palaciegas.
Balneario TOP por excelencia, se halla condicionado, en buena medida, al
mar. Los espejos de agua de las piscinas en algunos hoteles complementa, más
allá de la comodidad, el aspecto estético y constituyen una característica
local.
La oferta global de alojamiento, comprendiendo hotelería, y arrendamientos
de casas y departamentos, es muy amplia con varias miles de camas.
La península es un mundo de contención para el ímpetu del oleaje oceánico y
da lugar a dos diferentes tipos de costas: Brava y Mansa. La primera,
directamente enfrentada al Atlántico, goza de la predilección de quienes
gustan desafiar las envolventes espumas. La segunda, calma y suave, deleita
a la infancia y a personas de temperamento reposado.
Cuando llega la noche, otras atracciones convidan al turista. Los
espectáculos musicales y culturales, las discotecas donde se reúne la
juventud, la emoción del tapete verde y los juegos en los casinos o asistir
a estrenos en salas cinematográficas.
Para gourmets, se abren las puertas del paraíso culinario, pues aquí la
cocina especializada de todo el mundo despliega su mejor arte.
Rincones gratos, dentro y fuera de la península, restaurantes
internacionales o lugares donde comer sencillamente, boliches, lindos
barcitos y confiterías, calles de compras, cuyo comercio atiende casi hasta
el amanecer, supermercados con horarios extendidos, en fin, la noche de
Punta del Este ofrece mil opciones.
Millares de ojos de luz en las ventanas de los altos edificios, el intenso
tráfico de coches, gentío por todas partes dicen, claramente, que nadie
duerme en el balneario hasta despuntar el alba. O, mejor dicho, casi nadie.
Para los amantes de los deportes este es el centro turístico ideal, tanto se
trate de prácticas terrestres o en el agua. Ya se han vuelto tradicionales
el surf, el kitesurf, el windsurf, la motonáutica, la vela etc., así como
tenis, golf y el polo.
En materia de competencias, el balneario fue escala de importantes
disciplinas marítimas tales como la regata Vuelta al Mundo, o la Ciudad del
Cabo – Punta del Este
Punta del Este ofrece al turista internacional una excelente oferta en
hotelería y restaurantes de altísimo nivel y otros ajustados a un turismo no
masivo.
Para los
que preparen su viaje conduciendo su propio automóvil les indicamos algunas
distancias en kilómetros desde varias ciudades sudamericanas...
Asunción del Paraguay 1590,
Bariloche 2012, Buenos Aires (vía Colonia) 372,
Buenos Aires (vía Gualeguaychú) 700,
Mendoza 1060, Porto
Alegre 720, Río de Janeiro 2130,
Santiago de Chile 1870
y
Valparaíso 1973

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